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Lecciones aprendidas

Cuando las organizaciones abordan actualmente la contratación de proyectos de desarrollo de software o de servicios, nos encontramos con un RFP (Request For Proposal- Solicitudes de Propuesta) donde existen cláusulas, penalidades y SLA (Service Level Agreement - Acuerdos de Niveles de Servicios), entre otros. La verdad es que la industria de TI se acostumbró a penalizaciones, y a la desconfianza, por lo cual se generaban cláusulas poco o mas dolorosas; como, por ejemplo: Por día de demora de entrega se deberá pagar $ por día.

El proveedor finalmente terminaba acomodándose, cobrando mas caro, en el mejor de los casos, o reduciendo su precio porque le interesa conservar al cliente; lo que decantará, probablemente, en que no se generen valor mutuamente. Creemos también que los equipos de contrataciones o encargados de procurement deben estar más aware de las necesidades core de cada proyecto para construir una formula ganadora que permita flexibilidad para contratar y éxito para el negocio, hoy con tantos datos y experiencias no hay espacio para fallar, creemos que hay mas ingredientes para obtener lo mejor y maximizar el valor de las inversiones.

Un paradigma desfasado

Entonces se esta tratando de resolver un problema nuevo, bajo un paradigma desfasado y que no aplica para esta nueva realidad, y es en este punto donde se necesita un buen acompañamiento, un verdadero socio en el negocio que viva de principio a fin y más allá el éxito de cada cliente.

En Applied Labs una de las diversas fórmulas que aplicamos es la prueba de concepto (POC), en donde podemos demostrar el correcto manejo de la metodología, demostramos la preparación y experiencia del equipo, así como las buenas prácticas.

De esta forma el cliente puede decidir si continuar o detenerse, creemos en invertir junto a nuestros clientes en este proceso sobre todo en una industria donde competimos con grandes vendors de otros continentes. 

Otra de las fórmulas comprobadas esta orientada a la bolsa de horas consumida por estimaciones cortas; en el cual se contrata una bolsa de horas que es consumida a petición del cliente por incrementos de desarrollo. El riesgo es compartido, hay una relación muy cooperativa y esta recomendada para desarrollos con máximo dos meses de duración.

Desarrollar software es trabajar realmente en equipo (colaboración), saber que los contratiempos saldrán a flote y se materializarán (compartir el riesgo); saber que no vamos a tenerlo “todo” definido, pero se ira definiendo gradualmente (flexibilidad); aprender de las fallas y corregir el camino (inspección y adaptación).Entender que hay mucho en juego para trabajar con un acuerdo verbal, por lo cual debemos utilizar los contratos para ayudar a lograr los objetivos del cliente; las reglas incorrectas pueden ser perjudiciales para el éxito del proyecto.

Como fabricantes de software creemos en maximizar la colaboración cliente - proveedor, generar confianza y entregar valor es el camino a una posición donde maximizamos la inversión de nuestros clientes; ser flexibles a los cambios, mantener una comunicación fluida y de ser posible ayudar a formarlos, esto es parte de nuestra cultura.

Todo lo que nos lleve a sumar al cambio, a la transformación de las empresas, a eliminar antiguas prácticas que generen mas empresas competitivas, viene muy bien sobre todo en coyunturas como esta.