¿Nos hemos preguntado antes de contratar a una compañía o a un profesional para algún puesto de trabajo importante o consultoría, si se encuentra lo suficientemente informado sobre tu empresa? ¿su empresa ha logrado hitos o tiene los conocimientos y experiencia para lograr sus objetivos? O solo nos hemos dejado llevar por la cantidad de followers, sus comentarios y word of mouth sin validar un poco más.

En la actualidad nuestra industria se encuentra plagada de tantos Claims innovadores (auto proclamados disruptores), corporaciones enormes llenas de pésimos niveles de atención y poco know how, empresas que  no cuentan con un buen manejo de pricing, entre muchas otras irregularidades.

Todo esto genera que no se le de la debida importancia al buen trabajo que hacen otros con respecto al valor económico correcto, en  búsqueda  de la sostenibilidad del país y la creación de fuentes de trabajo que construyan propiedad intelectual y no re-vendan productos que deberían crecer en un ecosistema local, para crear ese ansiado entorno de Tecnología  Peruana que realmente crea competitividad regional; y posteriormente mundial.

Actualmente como país seguimos detrás de muchos, solo consumiendo.

¿No sería genial que quede en mucho más que discursos, fotos y claims?

No somos la compañía más mediática o la más trendy, nos esforzamos por ser una compañía de tecnología admirada por los buenos catadores de servicios que aprecian lo que hacemos a un nivel superior; hacemos tecnología bajo premisas que hoy, a un gran sector le parecen innecesarias, pero esas ideas o metodologías que algunos ven innecesarias, logran sostenibilidad desde lo más sencillo a lo más complejo.

Algunos pueden decir que existen motivos para fallar y que está bien fallar. “Falla rápido”. Esto es parte del cliché, es el time to market, el squad , la tribu, y otros términos que se sienten tan ridículos dentro del proceso de creación de productos digitales.

La ruta que esta siguiendo una buena parte del mercado y algunos profesionales nos hace sentir que estamos en un momento tan pobre en este ámbito como en el político, ¿qué es lo que sucede?

Imagina que tienes que fabricar una tecnología que ayude a cientos o miles de personas a proteger sus activos de valor, datos, fotos, material sensible, aplicaciones de negocio, o simplemente una aplicación que sirva para invertir en activos y esta nunca llega a funcionar como se esperaba.

Los consumidores tienen dos caminos: quejarse o predeterminar la frustración, y aceptar que es así; es el resultado de decisiones que tomamos día a día.

Los mitos siguen creciendo, en forma de personas o empresas que nos venden una idea aspiracional, un discurso  que termina siendo humo a todo nivel, directorios, gerencias, etc. Se encuentran en todos lados como un virus disfrazado de tendencia, es como un ransomware pero que pagas contento.

En medio de la actual división por la que esta pasando nuestro país, queremos invitar a todos aquellos involucrados en la industria a ser consecuentes con sus promesas de marca y ayudar a generar visibilidad a aquellas empresas que buscan un país sostenible.

Escuchar y estar abierto a conocer compañías peruanas es parte del cambio, parte de ayudar a saber cuantas buenas y malas empresas o profesionales hay, cuantas ideas están en el mercado esperando a hacer match con tu necesidad, no necesitas una hackaton o hacer una incubadora para encontrar grandes ideas en el mercado. Empieza por evaluar, analizar y pedir evidencia a tus postores, escuchar a esos challengers que no conocías y te sorprenderás.